FRAGMENTOS FOTONOVELA VI "MALEDICTION" - FOTOGRAFÍA GONZALO TEJEDA - 2009

Fotonovela es un proyecto editorial desarrollado en Chile. Hasta el momento cuenta con seis publicaciones desde el año 2004.

En relación al formato "fOTONOVELA" diremos que es una modalidad de revista, generalmente utilizada en los años setenta. Su contenido principal era presentar ante el lector, una pequeña historia romántica, que transcurría a través la utilización de fotos secuenciadas y diagramadas, las cuales mediante viñetas traducían el pensamiento y las conversaciones de sus selectos actores.

La utilización del formato fotonovela en la propuesta de Luis Almendra (Huachistákulo), define tres objetivos fundamentales:

1- Unir los fragmentos de obras anteriores para Re-articular un nuevo discurso.
2- Generar nuevos circuitos para el desplazamiento de la obra plástica.
3- extender la obra del artista hacia los procesos de producción.


La importancia que radica en el primer punto, es el hecho concreto de que el dispositivo fotonovela es un gran imán o plus canalizador, capas de contraer y unir espacial y temporalmente, una dispersión de imágenes y fenómenos que al ser seccionados por tal dispositivo, se abren a nuevas disponibilidades significativas y asociativas. Esto tendrá por resultado la creación de un nuevo discurso semiótico. Por lo que el dispositivo mencionado, se transforma en un sistema de lenguaje semiótico absolutamente independiente, pero que encuentra su génesis y desarrollo en la multiplicidad de una obra matriz accionada en otro sistema epistemológico. Dicho de otro modo: la fotonovela captura una dispersión de imágenes de significados relativamente incompletos, para armar un extenso rompecabezas basado en un cuento o narración inventada (historia) de carácter lineal. Este hecho paralelamente permitirá insospechadas prolongaciones de lenguaje en la obra.
La variedad de happening realizados, han sido reductos en primera instancia del instinto, y luego se han auto – inventado y movilizado mediante el asar. O sea, se han desvalido de un riguroso plan de acción. Tal situación encuentra una parcial extensión y nido en la conformación de la fotonovela, dispositivo vital que es capas de detectar aquellos trozos de significados incompletos plasmados en imágenes, y conformar lo que llamaríamos una “vitrina del lugar del artista” (aquel lugar que es su apetito constante. Lleno de huellas, memorias, que nadie sabe como nombrar y que a lo mejor nadie quiere recordar), en la cual se establece un “territorio-paisaje-cultural”*.


Por otra parte, y en base a lo que señalamos en el segundo punto, El dispositivo fotonovela permite una nueva y parcial prolongación de la obra en cuanto a su exhibición ante un público específico. Tal como lo mencionamos en el referente espacio – ambiente, este dispositivo genera otras posibilidades para el desplazamiento de la obra, las que podrían estar abruptamente separadas de los métodos de exhibición tradicionales del arte. Todos estos imbuidos en espacios museales o galeristicos del país, y caracterizados en gran medida por adjudicarse durante mucho tiempo ondas limitantes basadas en pregnantes aparatájes de índole políticos, económicos, sociales y culturales, que solapadamente eliminan la posibilidad de una optima concurrencia, -tanto de creadores como de espectadores- con el fin de otorgar múltiples y ricas visibilidades de propuestas plásticas.

La fotonovela en términos físicos es un conjunto de hojas tamaño doble carta de fácil manipulación: esto significara que la propuesta ya no necesita únicamente de murallas, salones, galpones u espacios artísticos varios para su exhibición. Es capas de irrumpir en un medio de intemperancia rápida y eficazmente. Lo que lo transforma en un formato de fácil acceso que circula de mano en mano no como un catálogo de arte, sino como una autentica pieza de arte industrial, dispuesta a participar recorriendo librerías, colegios, bibliotecas, tiendas de comic, quioscos, salas de arte, persas, container culturales, carpas artísticas, etc.
Este nuevo formato escapa por una vía de emergencia que reacciona ante toda la lentitud burocrática y tecnócrata, de instituciones que han desatendido sectores que hoy se podrían denominar como marginales o periféricos en relación a los centros de exhibición artística.


Haciendo alusión al tercer punto, afirmaremos el hecho de que Los artistas deben hacerse cargo de su propia difusión: “Producción”. Si bien es cierto, existen diarios, periodistas culturales, revistas de la cultura, etc… pero aún así, es el artista quién debe autogestionarse, y esto es una cosa que por lo general los artistas del último tiempo paulatinamente han incorporado a su cultura.

Es posible dilucidar una conducta recurrente en muchos artistas y que los denominaría como una especie de creador “demiurgo” tal como hiciera mención Egardo Neira: “El que se sienta en su taller y se le ocurren cosas suyas frente a la tela, y que por lo tanto se adjudicaría ese toque de genio”. Por el contrario, el artista que se auto gestiona canaliza los procesos de creación – expresión, -que son los cumplidos por el artista demiurgo-, para extenderlos hacia el proceso de producción. Producciones que significarían que el artista empieza por construir tramas, vislumbrando nuevos campos epistemológicos, en pro de un desarrollo vital del producto. O sea, el artista ya no “se lanza a crear”, ya no “se inspira” solamente, sino que trata mediante una trama de informaciones o de otros conocimientos que se citan, de llevar a conciliación los procesos mencionados de: Creación – Expresión – Producción. Con el único objetivo de otorgarle participación y circulación a su obra, ya sea dentro de un medio económico o un medio de especialidad critica.
Por otro lado, y como antítesis de lo recién expuesto, el artista ironiza acerca de su situación profesional mediante la creación de una productora efímera llamada “HUACHISATACULO”. Su propaganda que aparece en el final de la fotonovela, parodia la vida y el estilo de los jóvenes artistas quienes intentan hacer lo imposible por dar a conocer sus obras en algún circuito artístico que este dispuesto a acoger sus propuestas. Situación que muchas veces se transforma en un infinito calvario y combate contra las fuerzas de un mercado u escena plástica de índole desconocida para el joven, ya sea, por la lejanía de vivir en cualquier provincia de chile, o simplemente por condicionantes sociales varias.








2 comentarios:

Anónimo dijo...

He visto la incorporacion de un nino menor de edad en sus producciones. Me parece lamentable que lo hagan trabajar pareciendo que es un juego.

cv dijo...

LA VERDAD ES QUE AQUEL NIÑO... HIJO DE UNOS DE LOS ARTISTAS PARTICIPANTES QUISO PARTICIPAR POR SU PROPIA VOLUNTAD. ABSOLUTAMENTE NADIE LO OBLIGO... EL QUERÍA SER UN CONEJIN Y SE LA PASO MUY BIEN CON SUS PAPAS CONEJOS... PARALELAMENTE ESTA PRODUCCIÓN ARTÍSTICA DE HA HECHO SIN FINES DE LUCRO... SE HA HECHO FUNDAMENTALMENTE CON FINES POÉTICOS, ARTÍSTICOS QUE INTENTAN PROTEGER LA MEMORIA Y LOS SENTIMIENTOS DE LAS PERSONAS FRENTE A REALIDADES CAPITALISTAS DEPREDADORAS DE SENTIDO Y RADICALMENTE MERCANTILISTAS. GRACIAS POR TU PARECER QUE POR SUPUESTO SE RESPETA. PERO LAMENTO TU VISIÓN OSCURANTISTA DE LA VIDA COTIDIANA... XXXXX LUIS ALMENDRA HUACHISTÁKULO.