Intento desafiar la fuerza centrífuga de la máquina más vomitiva del mundo:
“TA – GA –DA”
Por tal motivo mi primera misión fue tratar de comer un suculento plato de tallarines, los que por supuesto terminaron esparcidos y reventados en la superficie metálica.
http://www.youtube.com/watch?v=jaD8Ib15Iug














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