Algunos apuntes con respecto al conejo rosado y la infinita desilusión radica (ABRIL 2015)



Huachistáculo, el conejo rosado, es una parodia de la practica artística. Esta vez, el conejo "Rosado - Artista" no terminará publicado en la revista Taschen, su plan maestro por alcanzar el éxito no llegara a puerto. No será visto en antologías de artistas emergentes ni menos será publicado en los ranking de los 10 artistas top chilenos o latinoamericanos, ni será invitado a chako, bienal o dícese trienales chilenas u internacionales del mundo. Mientras tanto, y a modo de antítesis, será publicado como un efecto parásito en prensa amarillista, junto a delincuentes y efemérides.

El conejo rosado de patética vestimenta cumplirá el rol casi natural de encarnar la distorsión y torsión del camino, o misión evangélica de un artista emergente (ahora también gestor y promotor cultural) para transformarse en una sombra color rosa-descompuesto de dicha imagen, vocera de una cuasi catástrofe que espera a los artistas en los marcos de un orden capital (privatizado voraz mezquino) que depara éxitos y palmadas estatales a los pocos que lograran estar en los ranking del paraíso prometido. De aquí, la parodia y el charcházo a la existencia del artista, (aquella vida en vías de desarrollo, alejada del capital Ingles, europeo y gringo) quien se ve conducido a asumir su práctica entre acto de fe y la "ilusión" de quien se sabe directo al fracaso social, pero que sin embargo manda sus últimos e incesantes Shows, coletazos y carcajadas, intentando en cada una de sus acciones -en una de esas- sobrepasar a su destino.
La parodia en el conejo rosado se Hace aún más explícita cuando este no logra conseguir sus cometidos. Así como el payaso se tropieza y cae en plena rutina una y otra vez (mientras el público ríe), el conejo se queda sin poder penetrar el batallón de soldados para luego ser apresado, o queda fuera de la participación en un programa de televisión para artistas siendo tajantemente mal evaluado por la selección del jurado. En aquel vaivén del querer y no poder, es que el conejo Huachistáculo, se auto proclama un payaso buena onda (con vocación depresiva y corrosiva), dispuesto a surcar el vacío entre las macro estructuras sociales y, la vida invisible.

P.D. El fin del mundo no será televisado.

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