Las últimas acciones que Luis Almendra realizó antes de salir de Chile consistieron en llegar con su banda a los rincones más golpeados por el terremoto en Concepción, su región de origen, donde algunos años antes había realizado su notable serie de “Sismos”, videos en que diversos personajes trataban de hacer una vida normal -sentarse a la mesa, comer, conversar- en el lugar menos indicado para ello: el Ta-ga-dá, esa máquina infernal de los parques de entretenciones.
La zona penquista estaba en el suelo cuando Almendra partió a México con sus socios imaginarios, Huachistákulo y Conejo Rosado, quienes habían estado haciendo de las suyas en el país durante la última campaña presidencial -rodearon como canes y trataron de morder al mismísimo Sebastián Piñera- y en más de algún desfile, donde, ante la mirada consternada de los niños, el tierno conejo siempre fue detenido por marchar contra la corriente.
Desde el DF, Huachistákulo, cónsul honorario de la Perrera Arte en México, habla de sus nuevas y viejas pesadillas.
-Huachistákulo, ¿cómo se vive el exilio en tierras aztecas?
-El escritor mexicano Carlos Monsiváis señalaba que México “es lo mejor y lo peor”. Yo estoy de acuerdo, pero además agregaría que este sitio me parece un lugar del mundo fantástico para venir a transmutarse. El espectáculo de la lucha libre, los altos niveles de violencia en los reductos de la narco, la prensa amarillista, el humor y fe de las personas, los movimientos pokemones tercermundistas, el femicidio, las fiestas de San Judas y la cumbia sonidera en las calles, el culto a la carne y la comida callejera, etcétera, hacen de este lugar un paraíso apocalíptico y contingente. Cuando te dedicas a las artes visuales, esto es una retroalimentación total y constante, por lo menos para mí.
-Da la impresión que Huachistákulo ya se comió a Luis Almendra. Hasta un Escuadrón de Conejos Patinadores Nocturnos tiene.
-La verdad, no creo que sea para tanto: en la vida real me paso muchas más horas como “YO”, que como Huachistákulo, pero sí debo reconocer que este proyecto ha tenido una mayor “visualidad mediática” que otras acciones. Recuerda que Huachistákulo es una saga performática que se viene desarrollado en Chile desde 2009 y que tiene su continuidad hasta el día de hoy en México. Huachistákulo es un personaje inventado, es un proyecto de arte y “médium-delirante” creado para sobrellevar de mejor forma mi cotidiano vivir. Dicho de otro modo: es una especie de automedicamento o autoterapia psíquica para soportar y contrarrestar la geometría de la razón y la vida capitalizada. Paralelamente, a través de este personaje, abordo temas de forma lateral o directa como el humor, el horror, la protesta, la locura, la crítica frente a la peste conservadora en el mundo del arte y el hecho de vivir en el culo del mundo. De esta manera, se han dado piezas excéntricas como esta que mencionas de los Conejos Patinadores hecha para la televisión y otras “trans-indisciplinares” hechas para terminar en comisarías.
-Tu Conejo Rosado fue visto en una importante inauguración en la Bolsa de comercio de México. ¿No intentaron sacarlo con guardias?
-Desde un tiempo hasta ahora y, de vez en cuando, me aparezco sorpresivamente como Conejo Rosado con el culo al aire en inauguraciones, calles o salas de clases en teoría del arte. La verdad es que aquí, en el D.F., nunca me han echado de un lugar-. A lo más en plan negativo me han gritado payaso (cosa que me enorgullece) y algunos niños me han dicho que soy el Conejo de la Luna (refiriéndose a una leyenda precolombina mexicana). Y, cuando me he topado con policías, estos, en lugar de aplicar la ley anti-desnudez, lo único que atinan es a pedirme es que me tome una foto con ellos, luego que me tape el culo y que me vaya tranquilito para la casa. Creo que en Chile no pasaría esto, recuerdo cuando en Chillán, durante el 2009, para el día de celebración de las artes visuales, por andar corriendo de conejo con el culo al aire, la policía me detuvo y llevó detenido. Pase 15 horas en un calabozo y, al otro día, tuve que comparecer ante una jueza: me habían funado dos tías de un jardín infantil, por lo que tenía dos acusaciones en mi contra por falta a la moral y las buenas costumbres. Al final, la jueza me hizo pagar una multa de 10.000 pesos y me dejó en libertad por no tener faltas graves anteriores. Está claro que los contextos sociales y culturales son diferentes a la hora de realizar y concebir acciones u intervenciones de arte. Una serpiente para cierto contexto social podría ser un ser sagrado, mientras que, para otro, puede resultar prácticamente demoníaco.
-Es idea nuestra o el Conejo Rosado está cada día más elegante y poderoso, casi hollywoodense podríamos decir.
-Me siento alejado del cine hollywoodense y considero que este Conejo Rosado se emparenta mejor con el cine clase B de bajo presupuesto al estilo “re-animator” o con cierto tipo de cine surrealista hecho el blanco y negro durante la primera mitad del siglo XX.
-¿Cómo se mueve Huachistákulo en México? ¿Con quiénes trabaja? ¿Qué circuitos utiliza?
-El modo de trabajo que desarrollo aquí en México no difiere del que uso en Chile o en cualquier otra parte. Básicamente y en términos fundamentales, este inicia desde el trabajo colaborativo alegre. Tomarnos unas chelas o cafés con los socios y amigos ha sido el mejor pacto para desarrollar una diversidad de proyectos y acciones conjuntas que se desencadenan en el presente o en el futuro. Este modo de encuentro y hacer a la larga va provocando, paulatinamente y por añadidura, invitaciones a nuevos y variados proyectos y cosas por el estilo.
-Supimos que el Conejo Rosado estuvo en la televisión.
-Una de las primeras cosas que pensé al ver la convocatoria a este concurso de arteshock, fue la participación del poeta Rodrigo Lira en el programa “¿Cuánto vale el show?”, el año 1981. Si bien es cierto que la participación que tuve en este programa de la televisión mexicana arteschok no fue una cita directa a su intervención o poética, sí abordó e hizo paralelos en temas como el hecho de ser evaluado por un jurado docto, el fracaso y el cansancio-derrumbamiento de las palabras y los discurso artísticos. Y claro, quizás la gran diferencia fue que en mi caso fui muy mal evaluado con nota 1 (como en el liceo) por parte del público y del jurado, que dijo no entender nada de mi acción. Pero bien, era parte del juego y la dinámica de esta intervención que pretendía ir más allá del tema de los Conejos Patinadores Nocturnos para ser una respuesta disidente frente a cierta órbita “moda académico artística” siempre contenida, educada, colegial, de elite, de buen gusto y civilidad, que involucra y engulle a los propios artistas y a las instituciones que los acuñan. Dentro del contexto “patético” para la visualización mediática de artistas en el programa, según mi parecer, Huachistákulo era el personaje perfectamente patético y temerario dispuesto a entrar en las dinámicas de los inventores y jurados del programa, llegando con el culo desnudo y embriagado de ron al set de tv como parte de la propuesta. Algunos colegas performeros y artistas me han dicho que sienten que el programa y esta participación me ha perjudicado como ser “artístico”. Pero da el tema que tengo la convicción o idea contraria, ya que para mí el error y el fracaso (fenómenos negados por la sociedad) han sido acciones de resistencia y herramientas estéticas dirigidas instintivamente al encuentro de otras órbitas de la expresión y la creatividad humana.
-¿Te han dado algún premio en México? ¿Te ha ocurrido alguna experiencia notable, paranormal, que podamos conocer?
-En cuanto a distinciones “onda concurso” te puedo contar que he recibido un premio en el festival internacional de video que se hace aquí en México, llamado Close Up Vallarta, con la pieza “Sismo 3”, donde cuatro artistas chilenos intentan desafiar la fuerza centrífuga de la máquina más vomitiva del mundo el TA-GA-DA. Y como experiencia notable e, incluso, paranormal, no puedo dejar de mencionar la gran cantidad de gente mutilada y muerta que se ve en las fotografías de la prensa amarillista, reducto mediático de una guerra civil solapa en este país. Estas imágenes circulan por cada kiosco en la ciudad, a vista y paciencia de cada adulto y niño. Me parece un hecho notable y, a la vez, complejamente aberrante.
-¿Qué tal el viaje a Italia y España? ¿Fue sólo turismo o estabas buscando nuevas rutas?
-En relación al trabajo que realizo, no sé si hoy Europa sea un lugar para ir en búsqueda de nuevas rutas; entre lo caro y el negocio de todo, prefiero observar parte de aquel territorio por postales. Pese a esta declaración, hace unos meses estuve allá debido a un encuentro, por motivos de investigación, que tuve con el artista-performer Bartolomé Ferrando. Considero que ciertas fases de su obra y escritos se relacionan directamente y apoyan parte del proyecto de investigación que estoy llevando a cabo para la maestría en artes que estudio aquí en la UNAM México.
-¿En qué proyecto estás trabajando para 2012? Te recuerdo que ya pasó el Año del Conejo y estamos en el Año del Dragón.
-¡Mire usted! ¡Yo soy caballo en el horóscopo chino! Por estos días trabajo en la elaboración de un proyecto en video llamado “El show de Huachistákulo”, además estoy preparando para finales de abril una intervención-instalación para el proyecto “Whitespider”, curado por Karen Huber aquí en México DF. También participo en un trabajo de música experimental llamado Fuckin Dog, banda conformada por chilenos, colombianos y mexicanos.
-¿Cómo miras la escena chilena del arte desde la distancia?
-Más que un archipiélago, la observo y asimilo como un “ACTO DE FE”, que se debate entre los desiertos del aburrimiento y la resistencia heroica. Esto, tomando en cuenta que en Chile no existe una única escena, son variadas, múltiples, unas más visibles que otras; unas más conectadas a la poesía, otras más conectadas a la institución y los modelos foráneos.
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